jueves, 17 de junio de 2010

EL DISCURSO

Para analizar la evolución que la vivienda y sus patrones de organización espacial -ubicada en una comunidad campesina- es de importancia contemplar la idea con la que parte Díaz (1996:3) para aproximarse a este tipo de escenario, “La vivienda popular vernacular rural frecuentemente ha sido desestimada; esta indiferencia por parte de la cultura arquitectónica oficial, ve solo cabañas o chozas, donde hay arquitectura, con mucho que enseñarnos”. Por otro lado, es conocido que la población rural de condiciones socioeconómicas pobre y extrema pobre, desde inicios del siglo XX ha realizado una constante migración hacia las ciudades buscando mejorar su calidad de vida. En ese sentido, esta población rural que ocupo el suelo de las expansiones urbanas logro configurar nuevos asentamientos, motivo por el cual recibió numerosos estudios, siendo Jhon Turner (1969), quien se aparto de la clásica visión de las escuelas urbanísticas, al sustentar una “Nueva visión del déficit de vivienda" proponiendo su hipótesis sobre “el valor de una vivienda, o mas bien del ambiente de la vivienda, es la cualidad con que esta responde a la situación de la vida de una persona dentro de una familia, en una comunidad local: la realidad del ambiente de la vivienda, en otras palabras esta en sus atributos tal como son experimentados y percibidos y no en su forma o condición física”. (Calderón y Maquet 1990: 40). De esta manera Turner otorgaba un nuevo instrumento para abordar la producción física de la población –rural de inicio- que adquiría costumbres urbanas; luego al profundizar la caracterización de la vivienda, en su libro “Todo el poder para los usuarios” (1977: 79), formula que “los verdaderos valores son aquellos basados en las relaciones entre los elementos que intervienen en la vivienda: los actores, sus actividades y sus logros...El usuario observa estas funciones de manera flexible, de modo tal que pueda adecuarlos a las necesidades impuestas por su ciclo vital familiar”; de este modo "el sujeto o el actor busca en la casa antes que una expresión física tangible, la materialización de tres funciones: la cobertura o abrigo, la seguridad de tenencia y la ubicación o emplazamiento" es mencionado por (Calderón y Maquet, 1990:40). Acercándonos más, a las características que las comunidades campesinas llegaron a manifestar en su migración a la ciudad, el trabajo de Villegas en Cusco ofrece un estudio en los sectores urbanos populares de la ciudad, logrando tipificarlos como "asentamiento urbano cuyas características básicas consisten en: la autogestión de su proceso, autoconstrucción directa o dirigida de sus viviendas, adopción de las tecnologías y materiales tradicionales o dominantes y la autofinanciación básica de los costos de sus procesos constructivos” .Además menciona que no se debe obviar que para el poblador la relación con su casa seda a través de "la organización de relaciones, número y usos de los espacios; la relación con su experiencia vivencial de lo que significa casa, la manera de utilizarla y construirla; y por ultimo, el conjunto de valores representativos y símbolos que pretenda otorgarle" (Villegas, 1990:37-49). Con estos antecedentes del accionar de la población rural en su incursión por la ciudad -desde la década de los 40 del siglo pasado- con la obligada tarea de manifestar la construcción de la vivienda y de los asentamientos urbanos del tipo popular: Barriadas en Lima; AA.HH., Pueblo joven o Asociaciones Pro Vivienda en Cusco, habiendo logrado producir la población condiciones socio-espaciales que iban en contra del modelo formal de la ocupación del suelo.
El interés del presente trabajo de investigación es conocer dicho accionar de la poblacion rural, pero ahora en ámbito rural, hábitat que históricamente ha sido el lugar de sus orígenes . Por lo mismo, ahora se identifica que la población rural y en especial una porción elevada de la población de las comunidades campesinas se encuentra en una condición socioeconómica de pobreza, y que producto de las reformas estructurales sobre la propiedad de la tierra –reforma agraria- no han podido salir de esa situación a pesar de estar haciendo uso de la tierra bajo el modelo del minifundio, que a decir de los expertos “El minifundio esta allí y no puede ser ignorado. Requiere de aproximaciones creativas, y el camino lo pueden estar mostrando los propios minifundistas. La información censal y los estudios de casos confirman que un porcentaje variable pero significativo de los ingresos de las familias minifundistas proviene de una diversidad de actividades urbanas y rurales. Ello contribuiría a reducir las migraciones hacia las ciudades, que no tienen la capacidad de ofrecer mejores empleos” (Eguren, 2006:26), continua sugiriendo que “Se aprovecharían dos ventajas del minifundio: la fuerza laboral que ya tiene cubierta parte de sus ingresos, provenientes de su parcela, y que esta la provee de vivienda (y si forma parte de una comunidad campesina, además de una red social de referencia)”. Otros concluyen que dentro de sus actividades más representativas en el uso de la tierra se halla “La producción familiar” porque “cada comunidad campesina se organiza sobre la base de un acervo de recursos familiares y comunales. La importancia relativa de cada uno de estos recursos define, en gran medida, el tipo de relaciones de producción predominantes y constituye la base de la distribución de ingresos y productos” (González de Olarte, 1994:81); además, hay que mencionar las características que se pretende que realicen basadas en exitosas experiencias privadas como “La gestión predial o de productores-vecinos rurales, que es un proceso de carácter familiar que se desenvuelve desde las parcelas o lotes de familias aplicables a los lotes que podrían formar una parte de un pueblo rural” (Lama, 2006:65). Acercándonos mas a la vivienda, para Mayer “El modelo casa se expande a través de la diversificación, la corporación crece mediante la especialización…Una chacra es un ecosistema modificado dentro de su entorno medioambiental: sus productores son plantas y animales, no maquinas; y su sostenibilidad depende del reciclaje de materiales” (Mayer, 2004: 46-47).

Para conocer la evolución de una de las edificaciones que alberga parte de esas actividades -la vivienda- seguimos a Rapoport cuando menciona que: “Lo que sí sugiero es que el resultado de los cambios (si ellos contribuyen o no a crear un entorno “mejor”) depende del estilo de vida, las normas y convenciones sociales, el grado de aculturación, el desarrollo de nuevos mecanismos sociales, valores, normativas, ideales, etc. Al modificarse estos parámetros, varía la evaluación de entornos y de sus cambios y, entonces, también el grado de aceptación y de deseabilidad del entorno”. (Rapoport, 2003:18). Continuando con ese enfoque, los parámetros actuales del escenario rural sobre los que se desarrollan las comunidades campesinas, están bajo la presión del accionar del Estado y las ONG´s con diversas actividades en la misión de mejorar sus condiciones socioeconómicas, incidiendo en la modificación de sus conciencias, lo cual generará cambios y transformaciones en la forma de configurar el hábitat, y dentro de ellos las edificaciones para habitar –vivienda-; por lo mismo se considera que esta evidencia debe ser analizada, sintetizada y comprobada. Frente a esta situación, partimos por enunciar que los habitantes de las comunidades campesinas -al igual que la población de la ciudad- determinan los parámetros de las edificaciones por el uso de la conciencia; así, nos acercamos a Caniggia y Maffei, quienes mencionan que para estudiar las edificaciones se debe “actuar críticamente orientando la conciencia critica al examen de los comportamientos de quien actuó en el pasado mediante la conciencia espontanea, y desde el examen de la conciencia espontanea todavía activa, y oculta, velada, en los productos contemporáneos por una conciencia critica oponente…actuar implica un rendimiento, y este debe ser proporcionado desde la dialéctica entre producto y ambiente, según el tiempo y el modo de reacción del ambiente” (Caniggia y Maffei, 1995:28); esto podremos realizarlo, si analizamos los espacios existenciales junto a los diferentes tipos de edificaciones para habitar, que han construido las comunidades campesinas porque “El concepto de espacio es muy apropiado para el análisis del medio ambiente humano... porque sobre a base de una teoría del espacio existencial, el espacio arquitectónico puede ser interpretado como una concretización de esquemas ambientales o imágenes que son una parte necesaria de la orientación general del hombre o de su estar en el mundo” (Norberg-Shulz, 1975:7).

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